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¿Cómo enseñar a los niños a leer?

La lectura es una herramienta del lenguaje, una habilidad básica de comunicación para las personas, la expresión escrita del lenguaje hablado. Es fundamental para estar conectados al mundo y a las personas. El aprendizaje de la lectura nos abre las puertas del conocimiento, desarrollo y la comprensión del mundo que nos rodea. Da alas a nuestra imaginación y nos permite viajar a cualquier lugar y ser otra persona durante un tiempo. 

Pero la lectura no es una habilidad innata. Es un aprendizaje complejo que requiere del dominio y coordinación de varios procesos cognitivos. Por ello, a la hora de enseñar a leer a los niños es necesario el desarrollo de ciertos requisitos previos, los cuales se producen en diferentes zonas cerebrales. Esta interacción entre las diversas áreas cerebrales permite que los sistemas cognitivos, motores, visuales, auditivos y de lenguaje se coordinen para dar como resultado el aprendizaje de la lectura. Dentro de los procesos cognitivos básicos que necesitamos coordinar para que podamos leer, encontramos: procesamiento fonológico, automaticidad motora, percepción del habla, memoria a corto plazo, atención, lenguaje, abstracción, adecuada decodificación, comprensión de textos. 

La lectura es un proceso que, a diferencia de la producción de lenguaje oral, no sucede de manera espontánea, sino que requiere una enseñanza formal y constante. El aprendizaje de la lectura pasa por dos fases muy diferenciadas y se inicia aproximadamente a partir de los 5 años, momento en el cual los niños están capacitados para formular ideas completas de manera oral. La primera fase se produce cuando aprendemos la correspondencia entre letras y sonidos, lo cual nos permite empezar a decodificar sílabas y palabras. A ese momento le llamamos etapa alfabética y consiste en aplicar una lectura fonológica, basada en reconocer las letras, buscar el sonido que les corresponde y ensamblar todos los sonidos para pronunciar la palabra. 

Suele afirmarse que el niño con 6 años ya sabe leer, sin embargo, la lectura aún le supone un esfuerzo mental tan elevado que impide la comprensión total del mensaje. Es decir, el lector inicial emplea todo su esfuerzo simplemente en decir lo que pone en esos signos escritos. Justo en ese momento se inicia la segunda etapa, la etapa de la automatización y la fluidez lectora. Una vez aprendido el código, practicando y practicando, comenzamos a ganar velocidad y precisión, automatizando la habilidad lectora. Esto quiere decir que empezamos a leer más rápido, entonando correctamente y sin cometer errores de precisión. 

Existen diferentes métodos para enseñar a leer a los niños. Lo más aconsejable es emplear métodos mixtos que favorezcan el reconocimiento de las letras y palabras y la comprensión del mensaje.

1. Unir el conocimiento de las letras con la palabra: 

Un buen punto de partida para comenzar es unir el conocimiento de las letras con la palabra. Para ello, pueden emplearse pictogramas como apoyo visual y la palabra escrita con la letra en cuestión escrita con algún color llamativo. Les enseñamos diferentes imágenes con la letra que estemos aprendiendo, acompañado de la palabra completa y leemos toda la palabra, señalando la letra correspondiente.

2. Lectura de oraciones: 

Cuando ya conozcan algunas palabras podemos comenzar con la lectura de oraciones. Para comenzar, es bueno apoyarnos en el uso de pictogramas para la construcción de la oración. Podemos formular preguntas simples para entrenar la comprensión literal.

3. Oraciones formadas sólo por palabras: 

Poco a poco iremos eliminando los pictogramas y los dibujos externos que acompañan las oraciones para centrar la comprensión en la frase. Al igual que antes, es aconsejable formular preguntas que favorezcan la comprensión literal.

4. Textos completos: 

Iremos introduciendo poco a poco pequeños textos formados por varias frases y seguiremos empleado las preguntas comprensivas. Además, pediremos a los niños que nos cuenten lo que han entendido. 

Finalmente, cuando ya pueden leer varias frases con sentido, comenzaremos la lectura de textos completos. Es muy importante hacer hincapié en la importancia de la lectura comprensivo y por ello, al principio, podemos hacer paradas entre párrafos y comprobar la comprensión. 

5. Y lo más importante… 

¡Disfrutar de la lectura! Cuanto mayor sea la exposición a estímulos de lectura, mayor será la motivación por leer y aprender. Si el niño ve a su familia leer en casa, también querrá hacerlo. Además, la lectura en voz alta os hará disfrutar y pasar tiempos juntos.

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